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sábado, 6 de mayo de 2017

El amor de pareja es la base del amor de padres


Para poder responder como mejores padres, es fundamental ser mejores esposos.

La familia constituye la unidad social primordial en la formación de los hijos al ser el puente entre la sociedad y la personalidad de cada uno, es muy relevante el papel que ejerce la pareja en el desenvolvimiento familiar y el de sus hijos, por lo que un vínculo sano entre sus integrantes aumentará la probabilidad de una salud mental óptima en la familia.
Al momento de empezar una relación amorosa, cada persona lleva consigo una carga genética, hábitos y valores que le caracterizan, estableciéndose el vínculo en función al reconocimiento personal y social. Las relaciones de pareja son asociadas a la salud física y mental óptima, en donde las personas felices son aquellas que están satisfechas en la relación.

El amor de la pareja es la base del amor de padres. Quien quiera amar a sus hijos debe irremediablemente, amar a su esposa o a su esposo, que es la madre o el padre de los hijos. El primer deber como padres es amarse mucho como esposos.

Un hombre y una mujer, sin amarse, pueden biológicamente engendrar un hijo, pero solamente un esposo y una esposa que se quieran, que se amen y traten de alimentar y cultivar ese amor, serán capaces de formar y educar a ese hijo que engendraron.

Esposos que se esfuerzan por la unidad, la armonía, el diálogo,
la comprensión y el amor.
Los  hijos necesitan y reclaman, dos padres que se amen. En la medida en que los padres busquen afirmar el crecimiento en el amor y la unidad matrimonial, será el bien generado en los hijos.

Todo lo que une al matrimonio redunda en bien de los hijos, y todo lo que desune, destruye o debilita la unidad de los padres y atenta contra los hijos.

Por esto es necesario darle tiempo a la pareja matrimonial, buscar el momento para estar los dos solos, para dialogar, acrecentar el amor, planificar la tarea educativa de los hijos. Los esposos que están todo el tiempo con los hijos, no son buenos padres. Es necesario que los padres se den su propio tiempo por el bien de los hijos. Ese momento para los dos, no es igual para todo matrimonio, ni es el mismo para siempre. Cada matrimonio debe buscarlo, fundamentalmente en relación a la edad y problemática de los hijos.

Los hijos necesitan que los padres se den un tiempo. Es muy dañino centrar toda la atención en los hijos olvidándose que son esposos. Hay esposas que al dar a luz modifican de tal suerte su relación de pareja, que parecen enfrascarse en el hijo olvidando que son esposas.

Para poder responder como mejores padres, es fundamental ser mejores esposos. Excelentes esposos para ser excelentes padres. Esposos que se esfuerzan por la unidad, la armonía, el diálogo, la comprensión y  el amor.

Para poder responder como mejores padres, es fundamental ser mejores esposos. Excelentes esposos para excelentes padres. Esposos que se esfuerzan por la unidad, la armonía, el diálogo, la comprensión y  el amor.

viernes, 5 de mayo de 2017

¿Tu hijo quiere un celular? Aquí tienes 18 reglas que debe cumplir


Fuente: Semanario Desde la fe.

Actualmente son muchos los niños que desean tener un smartphone. Lo piden como regalo de Navidad o a los Reyes Magos; no faltarán quienes en este día del niño insistan a sus padres que les compren ese regalo. Lo mismo le pasó a Janell Hoffman, madre de Greg, quien llevaba un año suspirando por tener un teléfono móvil, pero Janell no se dejó presionar. Cuando lo vio oportuno, le entregó a Greg un celular, pero junto con un contrato de 18 cláusulas que vale la pena que todos los padres las tomen en cuanta cuando se vean en tal situación. Aquí se las compartimos.

1. Es mi teléfono. Yo pagué por él. Yo te lo presto a ti.

2. Yo siempre conoceré tu contraseña.

3. Si suena, tómalo. Es un teléfono. Di “hola”, haz gala de tus modales. Jamás ignores una llamada si en la pantalla se lee “Mamá” o “Papá”. ¡Jamás!

4. Le darás el teléfono a uno de tus progenitores de inmediato a las 19h30 cada día de colegio y a las 21h el fin de semana. Estará apagado toda la noche y se volverá a encender a las 7h30. Si no harías una llamada al teléfono fijo de alguien, donde sus padres pueden contestar, tampoco llames o envíes mensajes con el móvil. Escuchas esos instintos y respeta a las otras familias como nos gusta que nos respeten a nosotros.

5. No irás al colegio con él. Conversa en persona con la gente a la que envías mensajes. *Los días de media jornada, las excursiones y las actividades extraescolares requerirán consideraciones especiales.

6. Si se cae en el baño, se golpea contra el suelo o se esfuma en el aire, eres el responsable de los costes de sustitución o reparación. Corta el césped, haz de canguro, ahorra dinero de tu cumpleaños. Si ocurre, tendrás que estar preparado.

7. No uses la tecnología para mentir, hacer tonterías o engañar a otro ser humano. No te involucres en conversaciones que sean dañinas para los demás. Sé un buen amigo.

8. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas nada a través de este medio que no dirías en persona.

9. No envíes mensajes, correos electrónicos o digas a alguien algo que no le dirías en voz alta y en presencia de sus padres. Autocensúrate.

10. Nada de porno. Busca en la web información que compartirías abiertamente conmigo. Si tienes alguna duda sobre algo, pregunta a una persona. Preferiblemente, a tu padre o a mí.

11. Apágalo, siléncialo, déjalo a un lado en público. Especialmente en restaurantes, en el cine o mientras hablas con otro ser humano. No eres una persona maleducada, no dejes que el iPhone cambie eso.

12. No envíes ni recibas imágenes de tus partes íntimas o de las partes íntimas de cualquier otra persona. No te rías. Algún día estarás tentado de hacerlo, a pesar de tu gran inteligencia. Es arriesgado y puede arruinar tu vida adolescente/joven/adulta. Es siempre una mala idea. El ciberespacio es vasto y más poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo de esa magnitud desaparezca, incluyendo una mala reputación.
13. No hagas tropecientas fotos o vídeos. No hay necesidad de documentarlo todo. Vive tus experiencias. Quedarán registradas en tu memoria toda la eternidad.

14. Deja tu móvil en casa a veces y siéntete protegido y seguro de esa decisión. No está vivo ni es ninguna extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir sin él. Sé mejor y más poderoso que FOMO [en inglés, siglas de “fear of missing out”, el miedo a perderse algo que está ocurriendo, a no estar siempre conectado].

15. Bájate música que sea nueva o clásica o diferente de la que millones de tus semejantes escuchan, que es siempre lo mismo. Tu generación tiene un acceso a la música mayor que cualquier otra en la historia. Aprovéchate de ese regalo. Expande tus horizontes.

16. Practica juegos de palabras, puzzles o rompecabezas de vez en cuando.

17. Mantén tus ojos arriba. Observa el mundo que sucede a tu alrededor. Mira por la ventana. Escucha a los pájaros. Date un paseo. Habla con un desconocido. Pregúntate sin buscar en google.

18. Te harás un lío. Te quitaré el teléfono. Nos sentaremos y hablaremos sobre ello. Volveremos a empezar. Tú y yo siempre estamos aprendiendo. Estoy en tu equipo. Estamos juntos en esto.

Tras estas 18 directrices, la carta termina con el despido de la madre: “Espero que puedas aceptar estos términos. Muchas de las lecciones aquí recogidas no se aplican sólo al iPhone, sino a la vida. Estás creciendo en un mundo que cambia rápido. Es apasionante y tentador. Haz las cosas sencillas. Confía en tu poderosa mente y en tu gran corazón por encima de cualquier máquina. Te quiero. Espero que disfrutes de tu nuevo y espectacular iPhone. ¡Feliz Navidad!”.

La Reconciliación



Fuente: aciprensa.

Los cristianos estamos llamados a la santidad; para ello hay que vivir en gracia de Dios; pero podemos perder la gracia bautismal por el pecado mortal, que mata la vida sobrenatural del alma y rompe la amistad y la comunión con Dios. El pecado, como explica el Papa Juan Pablo II, es un acto suicida, porque ante todo, el hombre se daña a sí mismo, destruyendo toda obra buena.
El Señor Jesús ha instituido el sacramento de la penitencia, que se llama también y muy adecuadamente "Sacramento de la Reconciliación" o Confesión, para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo y abrirnos así la puerta a la reconciliación con Dios.
Jesucristo, por ser Dios, tiene poder para perdonar los pecados, y dio este poder a los Apóstoles y sus sucesores en el sacerdocio, quienes actúan "en la persona de Cristo"; o sea que, de hecho, es el mismo Jesucristo el que perdona por el misterio del sacerdote.
¿Qué es el sacramento de la reconciliación?
Es el sacramento instituido por Jesucristo para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo.
¿Qué es necesario para hacer una buena confesión?
Para hacer una buena confesión es necesario:
1º Examen de conciencia.
2º Dolor de los pecados.
3º Propósito de enmienda.
4º Decir los pecados al confesor.
5º Cumplir la penitencia.
¿Qué es el examen de conciencia?
Es recordar los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.
¿Qué es el dolor de los pecados?
Es un sentimiento o pena interior de haber ofendido a Dios.
¿Qué es propósito de la enmienda?
El propósito de la enmienda es una firme resolución de no volver a pecar y de evitar todo lo que pueda ser ocasión de cometer pecados.
¿Qué pecados debemos confesar?
Debemos confesar todos los pecados mortales no confesados anteriormente, con su número y circunstancias. Conviene decir también los pecados veniales.
¿Qué pecado comete el que calla por vergüenza la confesión de algún pecado mortal?
El que calla por vergüenza la confesión de algún pecado mortal comete un grave pecado llamado sacrilegio, y no se le perdonan los otros pecados confesados.
¿Qué ocurre si se olvida la confesión de un pecado mortal?
Si se olvida la confesión de un pecado mortal, la confesión vale, pero el pecado olvidado debe manifestarse en la próxima confesión.
¿Qué es cumplir la penitencia?
Cumplir la penitencia es rezar las oraciones y hacer las buenas obras que manda el confesor.
¿Qué es el secreto de confesión?
El secreto de confesión es el silencio absoluto que el sacerdote está obligado a guardar sobre los pecados escuchados en la confesión.